Los valores podrían definirse como creencias en las que
tenemos una inversión emocional.
Por el contrario, los valores creados en muchos entornos
urbanos en todo el mundo reflejan sus condiciones atestadas y caóticas. Esto
puede dar lugar a una mentalidad de perro-come-perro, donde está la
supervivencia del más apto, y donde existe una falta de armonía general y
desconfianza entre las personas. El juego, la codicia, la inseguridad reflejada
por la mentalidad de clanes (pandillas), la deshonestidad, la violencia, el
ruido, la anarquía, el derribo del status quo, sin tener en cuenta los
principios; estos son los valores en las condiciones del centro de la ciudad.